Rutinas en un día de vacaciones de verano en Benicàssim

Rutinas habituales en tus vacaciones de verano en Benicàssim

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En verano los habitantes del municipio de Benicàssim se multiplican hasta por diez en algún momento, pero la manera en que todos ellos disfrutan del día a día es muy parecida al fin y al cabo. Hemos decidido recopilar algunas de las rutinas que se suelen hacer en Benicàssim en vacaciones durante los meses de verano y las contaremos desde nuestro punto de vista. Al final del artículo nos gustaría que comentaseis cuáles de estas rutinas coinciden con las vuestras o qué otras añadiríais.

Pasando un hipotético sábado en Benicàssim (en vacaciones todos los días son sábado) empezaríamos el día por ir a desayunar a nuestra cafetería de confianza; digamos que está ubicada frente al mar y que desde su terraza podemos contemplar la playa, con el agua en calma y con algunas personas paseando ya por la orilla.

A media mañana recogeríamos nuestro arsenal de playa (dependiendo de si vamos con niños o no…) y, crema de sol en mano, bajaríamos a nuestra playa dispuestos a tostarnos un poquito, a bañarnos en nuestro querido Mediterráneo y a tomarnos un agradable aperitivo en el chiringuito. ¿Qué mejor sensación que la de ir a tomar algo o incluso quedarnos ahí a comer en bañador a la sombrita y con música de fondo? ¡Una joya!

En el último momento decidimos que, en vez de subir a nuestro apartamento o al hotel donde nos alojamos, nos quedaremos durmiendo la siesta bajo la sombrilla o leyendo ese libro que tanto nos ha enganchado después de un baño refrescante. Relajación máxima. Uy… ¡Se ha mojado el libro!

Y llega la hora en que baja el sol y nos disponemos a hacer un poco de deporte. ¿Vía verde? ¿Una vuelta por el paseo marítimo? ¿Subimos al desierto en bici? ¿Algún deporte de raqueta? Las opciones son múltiples así que optaremos cada día por una diferente.

Después de un bañito en la piscina y una ducha refrescante llega la hora de ir a cenar. Como hemos aprovechado todo el día para disfrutar junto al mar, ahora optamos por alguno de los restaurantes del centro de Benicàssim, no sin pasar antes por las tascas, esas calles peatonales en las que disfrutar de una cerveza, un vaso de vino y alguna tapita de pie junto a nuestro grupo de amigos. Después de cenar y de tomar unas copas en una típica noche benicense, llega el final de nuestro maravilloso y agotador día vacacional. En ese momento decidimos planificar cómo será el día siguiente y sacamos esta conclusión: ¡Será igual que el de hoy!

¿Es Benicàssim un paraíso o no? ¡Buenas noches benilovers!