A pesar de que la noche benicense ha pasado por una montaña rusa de vivencias durante las últimas décadas, con momentos de éxito, y otros de gran crisis y vacío por la ley ZAS (Zona Acústicamente Saturada) con la que todos los veraneantes de la provincia abandonaron el pueblo durante varios años eligiendo otros destinos nocturnos, Benicàssim se encuentra de nuevo en un momento álgido en sus noches de verano.
Vamos pues, a realizar el recorrido que se se suele hacer durante una noche de verano -y sobre todo en los fines de semana- con amigos en las calles del núcleo urbano de Benicàssim.
Hacia las 8 de la tarde nos vamos a las Tascas de Benicàssim, entre las calles peatonales La Pau, Estatut y Bayer. Durante dos o tres horas estas calles y los bares de la zona están abarrotados de gente de pie que toma unas cervezas y alguna tapa (si consiguen que no caiga al suelo). El ambiente es increíble, aunque no apto para agorafóbicos: hacer 50 metros puede llevarnos media hora entre conseguir pasar y pararnos a saludar a todos los conocidos que vamos encontrando.
Después de un buen rato en las Tascas llega el momento de irnos a cenar. Dependiendo del hambre que tengas o del nivel de organización de tu grupo de amigos, puedes buscar un bar o un restaurante a la aventura o reservar sitio con la suficiente antelación. Encontrar una mesa libre en una noche de viernes o sábado en Benicàssim se convierte en una caza por la que te enfrentas con varios miles de personas al mismo tiempo y por la que puede que tengas que esperar hasta bastante tarde. En el entorno de las Tascas, así como en el resto de calles y plazas del pueblo, hay una gran oferta de restauración, con locales para todos los bolsillos y con una amplia variedad de platos según gustos. Además, puedes elegir entre sentarte en terrazas al aire libre o aprovechar el aire acondicionado de interior…Aunque probablemente si no has reservado, aceptarás cualquier mesa disponible antes de desmayarte 😉
Después de cenar, si cruzamos la calle principal del pueblo, Santo Tomás, y nos dirigimos hacia la famosa Plaza de los Dolores, encontramos una revivida plaza, anteriormente muy destinada a los más jóvenes por sus famosos locales de música, y ahora con muchas terrazas para cenar y tomar alguna copa relajadamente. Hacia las 12 o la 1 suele llenarse de gente de todas las edades y el ambiente es muy agradable.
Llega el momento de volver a ponerse en pie y visitar los pubs de la zona. Por suerte Benicàssim tiene la mayoría de locales concentrados en pocas calles y lo más divertido es ir entrando en unos y otros para tomar algo y escuchar música variada. Aparte de la Plaza de los Dolores, la gran mayoría de pubs se encuentran en todas las calles peatonales situadas al este de la Calle Santo Tomás, volviendo a la zona de las Tascas.
Cuando llega la hora de cierre de todos ellos, que puede variar entre las 3 y las 4 de la mañana, aún nos queda algo de fuerzas y nos vamos a las discotecas de Benicàssim. Hay dos zonas, una al norte, junto al puente de hierro, donde puedes visitar Casablanca y Terraza Travesura y otra al sur, detrás de Aquarama, con discotecas como Buddha Benicàssim. En todas ellas podrás disfrutar de música variada y buen ambiente, por lo que son grandes opciones para cerrar la noche.
Y antes de ir a dormir, ¡un bañito en la playa para refrescarnos! ¿Qué os parece el plan? ¿Os venís? ¿Nos contáis qué lugares soléis visitar en vuestras noches de verano benicenses?