Nuestro querido Mediterráneo es uno de los principales motivos por los que Benicàssim es para nosotros un paraíso. Tener unas playas maravillosas que dan la bienvenida a este lago por mar es un privilegio por el que nunca estaremos lo suficientemente agradecidos y del que disfrutamos tanto en verano como en invierno. No sólo por la paz que transmite sino también por sus beneficios terapéuticos, el Mar Mediterráneo es un regalo de salud y bienestar para todos.
En los tiempos de la Belle Èpoque, en la que Benicàssim era conocido como el Biarritz del Levante, los veraneantes se reconfortaban con la contemplación del Mare Nostrum, del que nacieron las culturas que dieron pie al modo de vida occidental. Este mar se convirtió en fuente de salud y diversión, dejando atrás un Mediterráneo nido de piratas, temido por todos.
Así, los veraneantes y propietarios de las villas de Benicàssim empezaron a valorar muchísimo los baños en el mar para mejorar su salud y bienestar. Incluso seguían normas y decálogos de consejos en los que se daban recomendaciones sobre cuándo y cómo realizar los baños, iniciando el día de San Juan hasta la llegada del otoño, y se trataba de un calendario específico de baños siguiendo unas pautas dadas.
Decálogo del buen bañista
Este documento fue publicado en 1905, con los siguientes consejos:
- Al meterse en el baño tener el cuerpo descansado y seco de sudor.
- Indispensable no haber comido desde tres horas antes del momento previsto para el baño.
- La inmersión en el agua debe ser brusca y no por partes, considerándose antihigiénico el uso de gorras que evitan que se moje el pelo.
- Un baño tónico no debe durar más de cinco o diez minutos, aunque las personas robustas pueden aguantar unos pocos minutos más, debiendo siempre salir del agua al primer escalofrío de la segunda reacción, pues la primera es algo natural al entrar en el agua.
- La ropa debe ser ligera y ceñida, dado que las batas anchas dificultan la acción del agua.
- Al salir del agua deberán enjuagarse con rapidez, vestirse sin pérdida de tiempo y tomar café o bebidas aromáticas.
- El baño de mar es aconsejable a todos los temperamentos por ser un poderoso agente terapéutico en la curación de enfermedades.
- Los baños de mar en el Norte son perjudiciales para los linfáticos, anémicos y personas débiles, por la temperatura del agua que produce accidentes nerviosos y alteraciones funestas.
- Las personas débiles mejor marchen a bañarse al Mediterráneo.
- Las mejores horas para el baño son las primeras del día, siendo recomendable que esté terminado para las diez de la mañana.
Los baños se hacían entre las 6 y las 8 de la mañana para las personas que se dedicaban al servicio doméstico y entre 8 y 10 los demás.
Costumbres en la playa y moda de baño a principios del siglo XX
En las playas de Benicàssim había casetas de baños para cambiarse o protegerse del sol. Aparte de las casetas públicas, cada villa tenía las suyas privadas, hechas de madera y lona con rayas verticales.
Los veraneantes de la zona del “infierno” acudían a las playas con su personal de servicio doméstico. Las mujeres vestían “maillot”, que se componía de camisa, pantalón y gorro. También podían vestir con pijama, compuesto de camisa, pantalón corto, un pañuelo atado a la cintura y motivos marineros en el cuello. Los materiales de los que estaban hechos eran sarga o lana, no muy apropiados para el baño.
En aquel entonces, acudir a la playa implicaba reflejar un estatus social a través del vestuario, posesiones y personal de servicio.
¿No os gustaría asomaros al pasado y ver por un agujerito alguna de aquellas escenas? En Benicàssim Paraíso no tenemos duda de que serían de lo más divertidas. 😀