Caminar por la playa es uno de los ejercicios y prácticas más saludables, tanto para nuestro físico como para el alma. La sensación de caminar descalzo por las playas de Benicàssim, con la vista relajada hacia el mar, con el contacto de la arena con nuestros pies y de las pequeñas olas que se forman sobre la orilla, es una carga de energía y positivismo que nos aleja de los problemas cotidianos durante algunos minutos u horas del día.
Caminar por la playa en verano implica ciertas dotes de equilibrio y regulación personal del tráfico, esquivando a otros paseantes que vienen de frente, a parejas jugando a las palas o incluso a niños que corren de la arena al mar y viceversa. Por el contrario, pasear por la orilla en invierno, a pesar de ese primer contacto escalofriante con el agua helada (los que vivís en zonas frías o en costas del océano diríais ¡este agua está caliente!) es súper relajante y ofrece otras sensaciones completamente diferentes a las del verano. El olor del mar se acentúa, sustituyendo al de las cremas solares; los sonidos del agua rompiendo con la arena y los espigones son más intensos; los gritos de familias y grupos de amigos dan paso a ese silencio envolvente que te atrapa y te lleva a vivir un momento único entre tú y la playa.
Beneficios físicos de caminar por la playa
Los beneficios físicos de caminar por la arena y el mar son también múltiples.
- Caminar sobre la arena amortigua el impacto de la pisada y refuerza articulaciones, huesos y musculatura, por lo que ayudará a prevenir y curar lesiones.
- El contacto de la piel con la arena activa el flujo sanguíneo, evitando la aparición de varices, y estimulando el sistema cardiovascular, lo que oxigena todo nuestro cuerpo.
- Además, el pie es una de las zonas del cuerpo con mayores terminaciones nerviosas, por lo que estimularlas generará múltiples beneficios y mejoras en dolencias de músculos u otros órganos.
- El yodo, el sodio y otros minerales del agua del mar, en contacto con la piel y con nuestros pulmones favorecerán la cicatrización de heridas, la eliminación de toxinas y la regeneración celular. Múltiples son los tratamientos de enfermedades o lesiones que incluyen paseos o baños en el mar.
- Pasear tomando el sol (conviene protección solar para la piel también en invierno) también aporta vitamina D, lo que mejora los huesos gracias a la absorción de calcio y fósforo.
- A estos beneficios hay que añadirles muchos más, como bajadas de peso gracias a que se queman calorías, reducción del estrés, reducción del insomnio, y en definitiva una gran mejora del estado de ánimo.
Si estáis cerca de Benicàssim o de cualquier zona de costa, os recomendamos realizar paseos por la playa con frecuencia. ¡Os alegrarán la vida!